A veces pensamos que exportar productos agrícolas o industriales solo consiste en empaquetar y enviar. Pero hay un elemento clave que pocas veces recibe todo el protagonismo que merece: el palet. Sin él, simplemente no hay envío.
Presentamos todo el proceso —desde la llegada de la madera hasta la certificación con sello térmico— y la importancia que tiene cada paso para garantizar que nuestros productos lleguen a su destino sin contratiempos.
Recepción y selección de la madera
El proceso arranca con la llegada de la materia prima. La madera se clasifica en dos categorías principales: nueva y reciclada. La madera nueva se organiza estratégicamente para facilitar su acceso con carretillas elevadoras, mientras que la reciclada se coloca cerca de las máquinas que la desmontan o reparan.
¿Y de dónde procede esta madera usada? De grandes centros de distribución, como los de supermercados o almacenes industriales. Este enfoque no solo reduce residuos, sino que también da una segunda vida útil a materiales aún perfectamente funcionales, contribuyendo así a la economía circular. Si quieres vender tus palets usados, llámanos para que formen parte de la cadena de reciclado de palets.
Corte y montaje del palet
Una vez recibida la madera, se define su destino: si va a ser rehabilitada, se pasa al área de reparación; si es nueva, va directamente al área de ensamblaje. Aquí es donde realmente empieza el arte de fabricar un palet.
Las piezas se cortan con precisión milimétrica: travesaños, largueros, tacos… cada una tiene una función específica. Por ejemplo, los tacos se dimensionan según el peso y tipo de producto que va a soportar el palet. No es lo mismo transportar productos hortofrutícolas que maquinaria industrial. Cada cliente aporta una ficha técnica con especificaciones exactas: desde el grosor de la tabla hasta la cantidad de tablas superiores e inferiores.
Un dato interesante: el tipo de palet también varía según su uso. Los más comunes son los de “taco” y los de “patín”. Estos últimos tienen un acceso más limitado para las horquillas de la carretilla elevadora, pero ambos cumplen con una resistencia similar. ¿La elección? Depende completamente de las necesidades del cliente y del tipo de mercancía a transportar.
El tratamiento térmico de la madera
Una vez armado, el palet aún no está listo para la exportación. Debe cumplir obligatoriamente con la Norma Internacional NIMF-15, que exige un tratamiento térmico para eliminar plagas como termitas o larvas que puedan habitar en la madera.
El proceso se lleva a cabo en un horno especializado donde se incrustan sensores dentro de los palets para medir la temperatura interna. El requisito es claro y no admite excepciones: la madera debe mantenerse a más de 56°C durante al menos 30 minutos seguidos.
Este detalle, aunque pueda parecer menor, puede marcar la diferencia entre un embarque exitoso y un auténtico desastre logístico. Si un palet no cuenta con la certificación adecuada, las aduanas pueden rechazar todo el envío, ocasionando pérdidas millonarias.
Sellado y marcado: la firma de calidad
Una vez tratados térmicamente, los palets pasan al área de marcado y sellado. Aquí es donde se les aplica el sello de cumplimiento con la norma NIMF-15. Existen tres métodos principales para hacerlo:
- Sello con plantilla: Se aplica pintura a través de una placa metálica con la información grabada.
- Sello de tinta: Similar al de una oficina, aunque menos fiable debido a la rugosidad natural de la madera.
- Marcado térmico: Una placa caliente que “quema” la marca directamente en la madera, siendo el método más duradero.
El sello debe ser perfectamente legible, completo y bien ubicado. Un error tan simple como un número mal impreso o una fecha incorrecta puede causar el rechazo de toda una carga. Por eso, el control de calidad es especialmente riguroso en esta fase crítica del proceso.
Además, algunos palets se pintan con colores específicos según las necesidades del cliente. Rojo, azul, verde… más allá del aspecto estético, es una forma de identificación rápida para diferentes tipos de carga o destinos específicos.
¿Y los palets reciclados? También pueden exportar
Algo que no todos conocen es que los palets reciclados también pueden cumplir perfectamente con la normativa NIMF-15. Tras ser cuidadosamente reparados, pasan por el mismo tratamiento térmico riguroso, se sellan y se marcan, quedando completamente aptos para exportación.
Este tipo de palet tiene una demanda creciente gracias a su menor coste económico y su contribución a la sostenibilidad, sin sacrificar en absoluto su funcionalidad. Aunque estéticamente no sean idénticos a uno nuevo, cumplen con exactamente los mismos requisitos logísticos y de sanidad internacional.
Los palets: más que madera y clavos
Adentrarse en el mundo de la fabricación de palets para exportación cambia completamente la percepción que uno tiene de estos elementos tan básicos pero absolutamente esenciales. La próxima vez que veas palets cargados con productos frescos rumbo a otro país, recuerda todo lo que hay detrás: desde el corte de un tronco hasta un sello minuciosamente colocado que garantiza el cumplimiento de las normativas internacionales más exigentes. En Alcopalet estamos comprometidos con ofrecer soluciones logísticas que cumplan con los más altos estándares de calidad. Ya sea palet nuevo, reciclado o completamente personalizado, tenemos la opción ideal para tus necesidades de exportación.